"sin dar vuelta esta página
nadie puede ser alguien"
Mario Benedetti
del poema "Volver la Página"
del libro "Preguntas al Azar"
Es curioso, la vida siempre me ha dado sorpresas, de todo tipo, buenas y malas, alegres y tristes, y pensé que ya no pasaría nada más en mi vida, pero que bueno que me equivoqué.
Me siento bastante bien, porque siento que por fin encontré lo que tanto buscaba, siento que ya se acaba el tiempo de buscar, que se acaba el tiempo de moverse frenéticamente tratando de encontrar a la mujer exacta que encaje con mis espacios, pero la vida me pone un nuevo reto.
He vivido muchas aventuras, he andado por muchos caminos, donde he ganado y perdido mucho, donde he hecho muchas cosas y también no he hecho nada, en fin, he vivido como mejor he podido, pero también he cometido muchos errores. Hasta antes de este encuentro, me echaba los errores al bolsillo, eran parte del proceso para mi, cosa claro que es un error. Los errores debemos enfrentarlos, hacerlos propio para no volver a repetirlos. Son esos errores que no quise admitir, por varias razones, los que ahora me ponen trabas, que son lógicas, que debo sobrepasar para poder avanzar.
Cuando era joven y audaz, tenía un objetivo claro, que era simple, era ser feliz, dejar de sobrevivir para poder vivir. En el transcurso de ese tiempo hasta ahora, cometí muchísimos errores, los cuales no los puedo borrar ahora, lo único que puedo hacer es pedir perdón, pedirle perdón a la gente que dañé, a los que engañé, a los que hice creer que era otra persona, todo eso me servirá para no cometerlos más, para modificar mi presente y construir un futuro lleno de esperanza y alegría.
Después de envenenar tanto mi mente y mi alma, de creer que la vida era desdichada y sin sentido, de creer que no había en esta vida una mujer que me pudiera hacer feliz con cosas simples, me tropiezo por casualidad con un ángel, claro!, debe de ser un ángel caído del cielo, que me brinda la maravillosa oportunidad de ser feliz. Basta con una de sus miradas para que mi corazón lata a mil, para que mis penas pasen, para que mis dolores se alivien, para que el sol brille todos los días. Quizás es una exageración las metáforas que ahora escribo, pero que le voy a hacer, si eso es lo que siento, y me hace feliz sentir así.
Han pasado alrededor de veinte días desde que mi vida dio un vuelco impresionante, desde que con sus tiernas miradas me desarmó y derribó todas mis corazas para terminar siendo una persona común y silvestre que se enfrenta a su destino, que se enfrenta a la vida, y a mis miedos. Sabina termina con un verso una canción de su último disco que me identifica plenamente, dice "Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga", y en cierto modo eso yo hacía, cuando había que enfrentar y comprometerse con un objetivo, siempre fue más fácil arrancar, y esta vez, obviamente, ese sentir apareció, pero esto que me pasa es más grande que cualquier otra cosa que he sentido por otra persona, y siento que estoy cambiando en forma definitiva. Yo no se cuanto tiempo necesita un serumano para cambiar, para enmendar su vida, pero yo necesité toparme con ella para comprender en la mierda que vivía, y en la felicidad que podría vivir si corrijo mi rumbo. Mi hijo mayor me dijo que siempre mis cambios son debido a otras personas, y es cierto, no soy tan fuerte como he hecho creer, siempre he necesitado de otros, y eso quiere decir que al final de cuentas no estoy hecho para estar solo, como me hice creer. Uno de mis grandes cambios fue cuando nació mi hijo menor, donde todo el instinto paternal fluyó como un río en el desierto, dejando una huella imborrable en mi vida. Creo que este momento, en realidad estoy seguro, que esto es un nuevo despertar, pero la razón y la lógica dice que es difícil creer que alguien que llevaba una vida viviendo de una manera, en mi caso son doce años, pueda decidir a cambiar en tan poco tiempo. El tiempo será quien diga quién tenía la razón, por ahora yo lo creo posible, y como el buen "salmón" que soy, lucharé con toda la corriente para llegar a mi meta.
Benedetti en un poema dice "Sin volver esta página/nadie puede ser alguien", y quizás por eso yo no era alguien todavía, ya que no daba vuelta la página de mi pasado y me aferra a una ilusión para no estar solo, y en ese afán dañé a muchas personas, y eso es lo que ahora llena como un manto de duda la posibilidad de que ella crea que puedo dar vuelta la página. Hay un momento en que las palabras no bastan, me dijo, son las acciones las que deben hablar.
Es muy distinta la vida cuando la enfrentamos con la verdad, con las manos abiertas, con la frente en alto, sin miedo, con la confianza de que lo que se hace es lo correcto, y en el proceso hacemos las cosas correctamente también.
Hoy nadie me asegura que al final de este camino que me he impuesto se encuentre ella, es más, hay días en que las apuestas son desfavorables a ese final, pero por ahora eso no es lo importante, lo importante es que tengo una misión, y esa misión es enmendar mi presente de los errores del pasado, sanar mi alma, Además, siempre existe una ínfima posibilidad de que al final de este recorrido me encuentre con ella, y mientras exista, hay esperanza. Y si al final de este final no somos nosotros el principio y sus ojos miran hacia otro lado, me iré a descansar a mi casa, con la tremenda satisfacción de haber encontrado lo que tanto busqué.
Pero como decía alguien por ahí, no hay mayor derrota que aquella de la batalla que no se dió.
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