martes, 22 de enero de 2008

NORMAL


"Son muchos pensamientos para una sola cosa,
estoy algo cansado de vivir en realidad."
Pappo's Blues


Hace uno días me junté con una antigua amiga que no veía hace como 6 meses. En realidad, no es tan antigua, pero tiene algo que hace la hace un poco especial en mi vida. En medio de nuestra conversación en que nos poníamos al día de nuestras vidas, me doy cuenta que ella ha cambiado, ha evolucionado y eso me hace sentir bien, me gusta cuando la gente supera sus barreras personales y sube a niveles que nunca pensó hacer, o anhelaba y por fin lo logra. En medio de la conversación banal y profunda, empezó a hablarme de lo "normal", que debía encarrilar mi vida, decidirme de una vez por todas a tomar una decisión con mi vida "sentimental" y vivir como debería vivir, o sea, de forma normal.



Pero, cómo será vivir una vida normal?


Elegir a la mujer ideal, o que se acerque por lo menos a un kilómetro de esa utopía; tener una casa propia, o depto, o cuatro palos paradas, pero de uno; tener un auto; tener una cuenta de ahorros; tener cosas que no puedo comprar si no me endeudo hasta el año dos mil y tantos; escuchar regetón; qué otra cosa más me puede hacer normal?

Yo no soy muy normal, le dije, me gusta vivir solo, veo mi futuro como un viejo gruñón solitario que no soportaría ni la más abnegada enfermera, o quizás en un hogar de ancianos... mixto claro, donde pueda ser un canalla entre las veteranas también.

No creo ser normal. Me gusta observar y vivir mi vida en forma tranquila, aunque cuando algunos la han conocido quizás se mareen de lo vertiginosa que suelen sonar mis historias que para mi son bastante comunes y silvestres, ni comparadas con otras historias que he conocido. Me gusta mi normal anormalidad, mi forma diferente de pensar y enfrentar la vida, pero muchas veces he querido ser normal y hacer y tener lo que la gente normal suele añorar y hacer. Ser un grano de arena en una playa desierta donde nadie pueda distinguir la una de la otra. La oveja obediente que espera impaciente el día siguiente para seguir al rebaño. El tipo esponja que cree todo lo que dicen sin detenerse un momento para la crítica o el pensamiento. En realidad, hay días que despierto y espero ser normal. Me cansó de ser el mismo que va contracorriente en la férrea esperanza que al final de este viaje algo increíble me espera, que el fin de la misión que siempre he creído que tiene el serumano en este mundo me estará esperando algún día. Me canso en realidad de que las personas que me tienen que entender y querer sin preguntas ni respuestas no lo hagan. Pero es inútil, algo hace que no pueda ser uno más de los que camina como robot por el paseo ahumada, sin importarle que esta sociedad nuestra podría ser mucho mejor, casi maravillosa, si todos pusiéramos de nuestra parte. Basta con hablar con alguien o decir alguna de mis pesadeces de siempre para que sea nuevamente el diferente, el distinto. Pero también se que otros días me levanto orgulloso de mi anormal normalidad, de mi interesante forma de ver las cosas, de la impresionante oportunidad de enseñarle a otros que pueden vivir sus vidas como quieran.

Creo que estoy pasando por un momento crítico, donde mis personalidades luchan por tener su espacio y yo busco una razón poderosa por la cual seguir haciendo lo que hago.

Me hizo bien hablar con ella, escucharla, saber que ella no es de las que llama a sus viejos amigos para juntarse a conversar, pero también se que es como un campo minado para mi, ya que es conocido que yo no creo en la amistad entre un hombre y una mujer, por diversas razones que no esgrimiré en esta tertulia, donde cada bomba puede ser mortal para mi.

Les dejo una canción de Andrés Calamaro, roquero argentino.




MI FUNERAL 11




El crimen desorganizado
entra y sale de mi casa
o van a la casa de al lado.
Todos mis amigos son iguales
y los que no son iguales son
tan diferentes que somos ausentes.

Hace poco un amigo volvió arrepentido a su casa,
y ya por acá ni pasa, ni el teléfono atiende.
Serán las indicaciones del psiquiatra:
"seguí con el ribo pero ni te juntes con el músico furtivo"
No lo culpo, a mí me pasó algo muy parecido.
Y me desintoxiqué, engordé y desayunaba al mediodía
cinco minutos de felicidad.
¿La verdad? Que a veces mataría por otros cinco minutos más.

¿Y que más? El resto de la vida ¿La vida?
¿Cuál vida? La mía te asustaría.
A mí que la vida me gusta también me asusta.
La verdad que tengo momentos de debilidad.
Y quiero ir al cine, ir a cenar al lado de una pareja de amigos,
hablar de Jarsmuch y Abel Ferrara,
y ninguna mañana rara,
y ninguna mañana rara.

Miro a los otros que son como yo …mala vida.
Si no se suicidaron ya fue por cobardía.
Cómo quisiera ser tan diferente
que haber recibido a cambio de ser un solitario del carajo:
un buen trabajo, facilidad musical, violencia intelectual, fama, respeto…no esta mal.
Pero la herida es mortal.

No estoy solo, de verdad, me acompaña mi propia soledad.
De verdad, me acompaña mi propia soledad.

¿Nadie sabe lo que pasa con la gente diferente?
El bohemio se pudrió mucho antes del milenio.
¿Y el reo? Queda feo en un mundo grasa,
¿Qué pasa con los vagabundos y los borrachines y los soñadores?
Yo te digo que pasa: se quedan sin casa y la vida moderna los arrasa,
los pasa por arriba y se los morfa,
se los come o los encierra bajo dieta de cyndor y cocaína
o les lame el orto esperando que terminen arrastrándose.

No lo sé.
A mi me parece claro como el agua podrida.
C'est la vida.
C'est la vida.

Interminablemente se vuelve uno decadente,
y en una sociedad que engorda mostrás los huesos,
esos huesos, ese abandono…¿Será la capa de ozono?

No lo sé.
A mi me parece claro como el agua estancada,
no pasa nada.
A mí me parece claro como el agua podrida,
así es la vida.

That's life…
My funeral once de bronce.


No hay comentarios:

Publicar un comentario